El Merengue, como muchas de las creaciones de la repostería, tiene una interesante historia. Esta se da cuando Napoleón visitó el pueblo de Meringen en Suiza. Un chef local creó unas galletas hechas con azúcar,canela, nueces y yema de huevo, y para no perder las claras las batió con azúcar y luego hizo pequeños montoncitos sobre una lata y los horneó lentamente hasta que quedaron secos y crujientes. Los puso en fuentes con crema dulce y los sirvió. Se comentó que a Napoleón le había gustado mucho más esta creación que la primera, y ahí les dieron el nombre del pueblo.
Existen distintos tipos de merengue dependiendo del uso que se le va a dar. Pero yo he optado por quedarme con una receta fácil, rápida y además infalible.
1 taza de claras
2 tazas de azúcar
Se junta todo en un bol y se pone a baño maria, revolviendo, hasta que se disuelva bien el azúcar. El bol no debe topar el agua para evitar que las claras se cuezan.
Se retira el bol del baño maria y se bate muy bien hasta que esté bien firme y brillante. El ideal es hacerlo en una batidora tipo Kitchen Aid o similar, ya que se ahorra mucho tiempo.
Hornear a 100ºC durante 1 hora. Dejar que se enfríe adentro del horno.
Si tu horno no te permite esta temperatura tan baja, ponlo al mínimo y deja la puerta del horno apenas entreabierta con la ayuda de una cuchara de palo.
Así podrás hacer merenguitos, merengones, hojas de merengue, etc. Y tendrás la base para un exquisito postre con frutas, crema, helados, manjar, etc.
Suerte!!!
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